Reseña: La chica del tren - Paula Hawkins

FICHA
Titulo: La chica del tren
Titulo original: The girl on the train
Autor: Paula Hawkins

• Nº de páginas: 496 pags.
• Editorial: Planeta

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente.
¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí. 

      

Esta reseña esta libre de spoilers excepto la única frase resaltada en rojo. Si aún no has leído el libro y tienes intención de hacerlo salta esa parte.

No tenia intención de leer este libro, pero al final viendo que había gustado a tanta gente y todo eran muy buenas opiniones me decidí a si hacerlo, y... Hay momentos en los que me arrepiento.

A ver, no me ha parecido malo, el libro en si está bien, pero tiene puntos en que se hace pesado, los personajes cojean un poco y para mi gusto es un poco lioso, pero la idea general era interesante. Aunque a poco que te pares a pensar te das cuenta de que va todo y empiezas a ir estrechando el circulo de posibles asesinos.

Está contado en varias voces, cada una de las mujeres de la novela, esto es algo que no me ha gustado nada pues me liaba mucho. Pero tengo que admitir que ayuda a ver y entender todas las posibles situaciones al verlo desde diferente puntos de vista.

Los personajes... Que decir de ellos? Horribles, los he odiado a todos. No se cual me ha parecido peor... Pero empecemos por la principal:

Rachel, bueno, mal personaje no es, pero la escritora podría habérselo currado un poquito más. Casi todo el peso de la narración recae sobre ella, pero no puedes creer completamente todo lo que dice o piensa porque se pasa gran parte del tiempo borracha.

Tom es horriblemente horrible. Me cayó mal desde el principio. Creo que no se llega a decir claramente, pero cuando empecé a intuir que le manipulaba los recuerdos a Rachel para hacerle creer que había hecho cosas que no había hecho de verdad, además de odiarlo, me dio muchísimo asco.
Anna es una madre hiper protectora que cree que es la única buena para criar a su hija y que el resto del mundo lo hace mal. Además es una maniática que está obsesionada con que Rachel no hace otra cosa en su vida que ir tras ella y su bebe. Se pasa casi todo el libro pensando que si esta rondando por su vecindario, o si va a ir a su casa y similares.
Megan es una mujer rara. La verdad es que de ella no puedo decir mucho, ni para bien ni para mal. Me ha parecido una mujer perdida, que aunque intentaba convencerse de que era feliz en su matrimonio en realidad no lo era.

También encontramos a Scott, marido de Megan, el psicólogo de Megan (que no recuerdo ahora cual era su nombre) y un hombre pelirrojo del tren.

Creo que una de las pocas cosas buenas que tiene es su sencilla narración que hará que se te pasen volando las páginas sin apenas darte cuenta. Su trama.. Si, tengo la sensación de que es lo suficientemente buena como para engancharte, pero a mi no lo consiguió, no se si porque odiaba a todos y cada uno de los personajes o porque, pero se me hacía tedioso la idea de retomar el libro. Incluso ya a más de la mitad tenía que dejar de leer porque me cabreaba muchísimo. Me parecía tan estúpido todo, me entraban unas ganas increíbles de darles una hostia a todos que no os lo podéis imaginar.

Soy consciente de lo mala que es esta reseña, pero me ha gustado tan poco que me cuesta poder decir algo sin echar pestes.

Resumiendo.. La chica del tren es un libro que me parecía que prometía mucho pero se ha quedado en nada. Incluso diría que el problema son los personajes (mmm.. Cuantas veces he dicho ya que odio a los personajes? xD). Con otros o estos mismos pero mejor desarrollados sería muy diferente.
Creo que se le ha dado más bombo del que se merece.